caza en melide: marzo 2010

Al principio de los tiempos la caza era una de las pocas formas de conseguir alimento y sustento para el ser humano; pasado el tiempo se ha convertido en un deporte y un pasatiempo. El ser humano era un cazador que cazaba para comer; pero en estos días se ha convertido en depredador sádico que disfruta matando a sus presas sin tener necesidad de comida, lo más triste y cruel es que muchas veces dejan las presas abatidas abandonadas en el monte. Para mi humilde opinión un buen cazador en la actualidad no es aquella persona que es capaz de matar el mayor número piezas de caza, acosándolas con un número muy elevado de perros e incluso llegando a colocarse encima de sus madrigueras o taponándolas. Es una persona que se preocupa del estado del monte, de las especies que en el habitan proporcionándoles cobijos naturales y alimentación en épocas de escasez. Es una persona que no va al monte a buscar carne, ya que en el gremio de los cazadores son conocidos por un nombre muy peculiar este tipo de cazadores. Es una persona que va al monte para disfrutar observando cómo sus perros adiestrados ponen en práctica todo lo que les ha enseñado durante el año. Observa como los perros persiguen a su presa y esta intenta por todos los medios esquivarlos, engañarlos y cuando pasa tiro de escopeta quizás puedas abatirla o no; pero esa sensación de observar a los perros que tú has adiestrado poniendo en práctica todas sus actitudes venatorias es mucho más importante que abatir y dar muerte a la pieza de caza. Para el verdadero cazador ir al monte sin escopeta en las épocas en que los censos de las especies cinegéticas son bajos, no le ocasiona ningún perjuicio al contrario es feliz observando a sus perros, es verdad que abatir una pieza de caza es importante para nuestros perros, tras el esfuerzo realizado por la persecución. Me considero un cazador que cree que la caza debe de cambiar; pues de seguir así ponemos en peligro nuestros montes, plantas, especies cinegéticas y el resto de los animales protegidos. También siento vergüenza de los cazadores que solo van a nuestros montes a abatir el mayor número de piezas por el solo hecho de colgarlas en su cinturón creyendo así que son los mejores cazadores por abatir el mayor número de piezas.Para cambiar la caza actual debemos involucrarnos todos independientemente de ser o no ser cazadores; pues de ello depende que dejemos este maravilloso legado (nuestros montes, plantas y demás seres vivos) a nuestros descendientes.